2) Preparar la salsa blanca: la harina
La harina que se necesita para la salsa blanca es la misma cantidad que la de manteca utilizada, es decir, 60 gr. Con un solo movimiento, deberás unirla con la manteca que chisporrotea y mezclarla inmediatamente para que absorba la grasa. Una vez que hayas creado una especie de «papilla» tendrás que hacer que todo se tueste, siempre a fuego lento, durante al menos un minuto, para comenzar finalmente a diluir la mezcla con la dosis de leche.