En esos 100 minutos, puede organizar un paseo con un amigo, tener una charla con su padre o su madre, ir a dar un paseo con el perro, tomarse un poco de tiempo autentico para estar su pareja, pero la regla básica es hacerlo sin tocar nunca el teléfono. Si es así, entonces no puede considerarse dependiente del celular; si, en cambio, ha dicho: «este pequeño juego estúpido me lo paso por el forro» … bueno, trate de hacerse la pregunta y darse la respuesta.