Recientemente, en la revista «Journal of Clinical Sleep Medicine» de la Universidad de Columbia en Nueva York se publicaron los resultados de un estudio que muestra que a determinar un sueño escaso e intermitente, son algunos componentes nutricionales en particular: el azúcar y las grasas saturadas. Estas últimas, si se consumen en grandes cantidades y sin la compañía de fibras, son las culpables de la dificultad a dormir bien padecida por tanta gente.
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