3) Sujetadores con aros que lastiman
¿Cuántas veces te ha sucedido de usar un sujetador que te lastima justo donde están los aros de alambre? Te obliga a pasar el día tratando de aliviar la molestia, causándote nerviosismo y vergüenza. Muy bien, pues cuando solamente desees quitarte el sujetador para poner fin a esta tortura, coge un protector intimo o una compresa, córtalo en tiras como en la imagen, y adhiere el trozo de protector intimo a la zona en donde te lastima la piel.