El tomate es una hortaliza muy utilizada en la cocina latina, es uno de los condimentos más utilizados en pastas, arroces y cocidos y es rico en nutrientes y antioxidantes naturales para una buena salud. Los tomates también se pueden utilizar para tratar la piel, en particular el acné. El acné es un trastorno de la piel que afecta a más del 30% de las chicos y chicas entre los 15 y los 20 años y representa el 6% de todas las dermatosis.
El tomate es capaz de eliminar las cicatrices y lesiones en la piel debido a las vitaminas contenidas en el (las vitaminas A, C, E, K y B6). Las vitaminas de hecho nutren la piel haciéndola más suave y purificada.
El método más simple, si el acné no es particularmente agresivo, es cortar unas rodajas de tomate y frotar la zona afectada durante unos pocos segundos. Después de masajear la piel con el fruto que nadie sabe que es un fruto, lave y séquese la cara con agua. Repita este proceso a diario hasta que vea las mejoras.
Alternativamente, para un efecto más dramático, se puede hacer una máscara: corte los tomates en rodajas, quite las semillas y déjelas en agua caliente durante unos minutos. A continuación, saque la piel y hágalo puré. Ponga esta pasta en la cara durante aproximadamente una hora y luego enjuague con agua.
Un último método aún más rápido es añadir unas gotas de jugo de limón en la pasta de tomate. Ponga esta mezcla en la cara durante unos 10-15 minutos y luego enjuague.
Por último, hay que recordar que el acné se combate también con la alimentación: por lo tanto, se recomienda seguir una dieta baja en azúcares y carbohidratos refinados, mientras que es mejor aumentar las dosis semanales de fibra, minerales y vitaminas.