Terminemos con los prejuicios. Tanto hombres como mujeres pueden ser catastróficos en el momento en el que tienen que abandonar el propio vehículo, independientemente del hecho de que se trate de un parking de pago o de una simple parada rápida.
El concepto es simple y poderoso. No importa en absoluto que el automóvil esté colocado en las franjas blancas o azules, que está estacionado en el perímetro para discapacitados o en medio de la carretera: basta dar una vuelta por los suburbios para creerlo: lo que importa es aparcar mal.
La historia se vuelve interesante cuando un individuo reacciona ante la infracción y decide actuar, decide vengarse, aunque no siempre de manera convencional. Contra coches nuevos y usados, cochazos o coches «desechables»: el transeúnte enojado no ahorra ningún gasto en lo que a imaginación se refiere y se toma su revancha a su manera. Bien: aquí están los 8 espacios de estacionamiento más abusivos de todos los tiempos con la correspondiente venganza de quienes fueron víctimas de esta falta de consideración hacia los demás.