1) Ácido tartárico
Aquí está el último secreto de la abuela: esta es la única cosa que puede que tenga que ir a comprar, pero sin duda es muy barata. Hay que preparar una sustancia, hecha con 20 gramos de bicarbonato, para cada litro de agua. Deje sus prendas en remojo durante toda la noche y por la mañana déjelas en remojo en 2 litros de agua y 2 cucharadas de ácido tartárico. Luego lave y tienda.